Mensaje de fin de año a mis socios de Grupo Salinas (2016)
“No podemos cambiar los vientos, pero sí podemos ajustar las velas”
Es momento de reflexionar sobre lo que aprendimos este año y prepararnos para los desafíos que podemos esperar el próximo. Aunque los vientos han cambiado, ajustaremos las velas, como siempre, y nada nos va a detener.
En años previos los negocios tuvieron una gran afectación por las secuelas de la Gran Recesión de 2008-2009 y por la irresponsabilidad fiscal y monetaria a nivel global. Este año, el entorno global se complicó: desde el Brexit y las elecciones en Estados Unidos, hasta el referéndum en Italia, 2016 nos trajo sorpresas electorales que pueden tener consecuencias económicas graves para los próximos años.
Como resultado de la incertidumbre, el tipo de cambio se ha depreciado 15% en el año y los economistas independientes no descartan una recesión en nuestro país en el 2017 —considero que, en caso de presentarse, será ligera y corta.
Ésta no es la primera vez que enfrentamos retos formidables, ni como país, ni en este grupo de empresas. Me queda muy claro que cuando hay pasión y energía, como en Grupo Salinas, la adversidad nos une y nos hace más fuertes.
Una historia de superación
Simplemente consideremos que en nuestras empresas hemos resuelto todas las dificultades que se nos han presentado —por algo cumplimos 110 años—. La nuestra es una trayectoria que desafía la adversidad. Aquí vemos los retos como oportunidades de mejora y crecimiento.
Cuando llegué a la dirección general de Grupo Elektra —en 2017 se cumplirán 30 años— teníamos 54 tiendas y 2,000 empleados: la mitad de ellos trabajaba en la fábrica de televisores y radios que a mí me tocó cerrar. Después de una serie de devaluaciones desastrosas, estuvimos al borde de perder la empresa. Para hacer frente a nuestros pasivos en dólares, ofrecimos a los bancos la mitad de las acciones de la compañía: afortunadamente nuestra oferta fue rechazada.
Hace tres décadas nadie podía imaginar que, de esos modestos orígenes, llegaríamos a consolidar este grupo empresarial. Aquí laboran más de 70,000 socios en industrias tan diversas como: comercio especializado, banca, seguros, intermediación de valores, telecomunicaciones, televisión, minería, energía y administración de fondos para el retiro, en ocho distintos países. La historia de Grupo Salinas representa una aventura extraordinaria forjada por mexicanos excepcionales.
¿Los negocios son como el box?
No olvido que durante estas tres décadas también hemos tenido una buena dosis de fracasos. Cuando se toman riesgos, los errores son inevitables, lo importante es aprender de ellos.
Recientemente tuve la oportunidad de asistir a la plática de un boxeador, campeón mundial retirado, quien literalmente nos narró una vida llena de golpes. Pienso que los negocios son como el box: te subes al ring y lo único que sabes es que te van a pegar. Pero lo importante es aguantar los golpes de tu rival y tratar de pegarle más fuerte… y si te caes, levantarte y seguir peleando.
Como en el box, a medida que vas subiendo de categoría, los golpes son cada vez más duros y los desafíos más intimidantes. De manera que si nos asumimos como un grupo de empresas de clase mundial, podemos esperar golpes cada vez más fuertes. Debemos ser flexibles, austeros y estar dispuestos a adaptarnos, reinventarnos y a prepararnos para enfrentar nuevos retos.
Durante treinta años de trabajo constante, un grupo de ejecutivos decididos —que fue adquiriendo experiencia en cada una de las batallas que hemos librado— abrió la brecha para las siguientes generaciones.
Hoy tenemos un equipo realmente excepcional: ágil, sólido e integrado por gente comprometida y dispuesta a continuar con nuestra historia de superación. El trayecto andado y los obstáculos superados me permiten ser optimista. Cada vez encontramos más oportunidades de negocio y veo que la restricción más importante que enfrentamos no es el capital financiero, ni las condiciones del entorno, sino el capital humano. Por ello, la tarea de enriquecer nuestro capital humano se ha convertido para mí en una tarea prioritaria.
Esto es apenas el despegue
A pesar de enfrentar un entorno complejo, 2016 fue un año de logros importantes para Grupo Salinas. Reportamos avances notables en todos nuestros negocios: desde el comercio y la banca, hasta nuestras operaciones en telecomunicaciones y en nuestros canales de televisión. Este avance radica, en gran medida, en la incorporación de un grupo directivo realmente efectivo. Pero, no sólo hay que dar resultados, hay que hacerlo con apego a nuestros valores. Formar líderes con valores siempre ha sido una prioridad personal.
2017 será complicado, pero nuestro grupo empresarial está más preparado que nunca: saldremos con la frente en alto, aguantaremos los golpes y nos plantearemos metas cada vez más altas. Nunca nos vamos a conformar. Los invito a ser optimistas racionales: siempre realistas y enfocados a triunfar.
Lo mismo aplica para nuestro país. Confío en que México le muestre al mundo que es capaz de enfrentar con valentía y sagacidad los retos más formidables. Frente a la adversidad, los mexicanos debemos hacer a un lado nuestras diferencias y actuar con unidad e inteligencia.
Gracias por un año más de esfuerzo y compromiso
Nuestra visión es llevar bienestar y progreso a millones de familias a través de la creación de Valor Social Compartido, que en esencia implica crear valor económico, valor social y valor ambiental, para que a todos nos vaya bien en un entorno de armonía y calidad. Trabajar por el bienestar de miles de comunidades, en un ambiente lleno de entusiasmo, es un gran privilegio que nos llena de orgullo.
Agradezco personalmente su esfuerzo, profesionalismo y dedicación durante el 2016. Les deseo a ustedes, a sus familias y a sus seres queridos reflexión y paz en estas fiestas, superación en 2017 y crecimiento personal en los años por venir. Los desafíos que enfrentaremos los mexicanos son grandes, pero la fuerza de nuestro espíritu es mucho mayor.