México está de pie
A tan solo unos días del terremoto que afectó a tres estados del sur de la república, nuevamente la naturaleza puso a prueba el temple de los mexicanos. La pérdida de vidas humanas, la impotencia, el dolor, las heridas y el temor se hicieron presentes como ocurre en este tipo de desastres. Pero, como siempre, México se levanta con fuerza y demuestra al mundo que es un país inquebrantable y solidario.
A través de los cientos de kilómetros que abarca esta catástrofe, nos conmueve ver a miles de brazos rompiendo lozas y escarbando tenazmente para rescatar a un desconocido —y una cadena de soporte de otros tantos miles de brazos detrás de ellos—. Las tiendas están vacías de material médico y despensas, porque la gente de todos los estratos sociales se volcó a comprar todo lo que pudo para hacer un donativo.
En decenas de centros de acopio vemos toneladas de ayuda lista para repartirse. Las calles están repletas de motocicletas, camiones y automóviles dispuestos a llevar el material de rescate. Las redes sociales se llenaron de millones de mensajes para pedir y ofrecer ayuda. Los albergues están operando.
Además de los miles de voluntarios que se volcaron a las calles para apoyar y que se sumaron a decenas de Organizaciones Civiles que se han coordinado rápida e inesperadamente en las labores de asistencia, debemos agradecer a los servicios de rescate y protección que han actuado con un gran nivel de profesionalismo y entrega: bomberos, paramédicos, Protección Civil, el Ejército, la Marina y la Cruz Roja Mexicana.
Naturalmente, Grupo Salinas no puede mantenerse al margen de este esfuerzo solidario. Por ello, decidimos dedicar el Movimiento Azteca Número 100 (#MOVA100) a los damnificados por los sismos en Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Puebla, Morelos y la Ciudad de México.
El destino de estos recursos será la reconstrucción de vivienda para la gente afectada, que es una forma de contribuir a que las familias retomen sus vidas.
En los últimos días, hemos visto miedo e impotencia pero no podemos dejarnos llevar por esos sentimientos. Tenemos que canalizar nuestro dolor en algo positivo, algo que pueda hacer la diferencia. Nosotros decidimos dedicar nuestros esfuerzos a la reconstrucción: en Movimiento Azteca, con su ayuda esperamos recaudar una gran cantidad de dinero para construir al menos cien casas, esperemos que sean muchas más.
El mexicano ayuda, reparte y se esfuerza; nunca se rinde y apoya. Este sentimiento de solidaridad, que es una característica esencial de nuestra gente, se manifestó y nos llena de orgullo —nos distingue frente a un mundo cada vez más egoísta—. Las poderosas imágenes desde los sitios de rescate ya circulan a nivel global, llenando de asombro y admiración. Somos fuertes, generosos e incansables.
Hoy nos hermana el dolor de saber que hay gente sepultada bajo los escombros y de ver a aquellos que lo perdieron todo. Nos invade un sentimiento de frustración y de tristeza pero no estamos solos: nos tenemos unos a otros. México está de pie.
Movimiento Azteca 100