La Bola de Nieve
“La vida es como una bola de nieve.
Lo importante es encontrar nieve fresca y una colina realmente larga.”
-Warren Buffett
Muchos saben quien es Warren Buffett y probablemente lo que más les llama la atención es el hecho de que sea uno de los dos hombres “más ricos del mundo”. Sin embargo, es de mucho mayor interés su personalidad y su filosofía con respecto a los negocios y los mercados.
El libro The Snowball, Warren Buffett and the Business of Life, de Alice Schroeder, es una larga biografía (más de 900 páginas) que retrata las distintas facetas de este personaje, que empezó a hacer negocios a los siete años, y del cual tenemos mucho que aprender.
Anteriormente he compartido algunas de sus frases célebres. En esta ocasión me gustaría escribir brevemente sobre su habilidad para los negocios, sus estrategias de inversión y su visión sobre los mercados.
Coincido con su manera de percibir a Wall Street –como un grupo de personas que no siempre están conscientes de su gran responsabilidad y que muchas veces sólo se interesan en sus comisiones y en sus bonos; es decir, el corto plazo. Un inversionista exitoso debe superar esta lógica.
Para Warren Buffett, no hay otra forma de invertir en empresas que no sea de largo plazo, y sólo con esta visión los negocios pueden prosperar –a pesar de lo que muchos analistas puedan “pensar”. En este sentido, y para instrumentar esta visión, Buffet muchas veces busca el control accionario, o al menos tener una gran influencia en las empresas en las que invierte, para evitar en la medida de lo posible soportar la asesoría de los “expertos” de Wall Street.
Su forma de pensar difiere de lo convencional en muchos otros temas, por ejemplo, en la diversificación de activos: él y sus socios prefieren invertir en pocas empresas que conocen extremadamente bien, en lugar de tener una cartera con acciones de muchas empresas de las que saben sólo superficialmente –una vez más, la norma en Wall Street.
Por ello, otra regla importante es nunca invertir ni operar en un negocio que no entiendes. Éste es un error recurrente en los mercados financieros, y sólo así podemos entender que existan burbujas especulativas.
Podría parecer paradójico, pero Buffett aprendió mucho de las carreras de caballos: (1) no debes de apostar en todas las carreras; (2) nadie regresa a casa después de la primera carrera; y (3) no tienes que recuperar tu dinero de la misma forma en que lo perdiste; son algunas máximas del hipódromo.
A nivel más personal, la vida de Buffett está llena de ejemplos de aprendizaje, superación y trabajo en equipo. A lo largo de su trayectoria, ha influido en diversas personas, pero al mismo tiempo ha sabido tomar ideas valiosas de muchas más.
Charlie Munger – también originario de Omaha, y un reconocido abogado y su socio en Berkshire Hathaway—, por ejemplo, le enseñó a ver la otra cara de la moneda, y analizar las empresas y las industrias desde una perspectiva estratégica, no sólo desde el punto de vista financiero.
Todo el conocimiento que adquirió este hombre de negocios a lo largo de siete décadas resulta muy útil para quienes dirigimos empresas. Por eso los invito a leer esta biografía, de la que compartiré otros aspectos interesantes en futuras entradas.
[nota al margen: si han leído este libro o algún otro de los que he compartido en este blog, los invito a enviarme sus comentarios, para beneficio de todos los que participamos en este espacio]