Los jóvenes pueden y deben soñar en grande
La educación es una necesidad fundamental de la civilización moderna, ya que nos permite no sólo adquirir conocimientos, sino desarrollar habilidades, aprender a trabajar en equipo y expandir la inteligencia.
Por esto y otras muchas razones importantes, desde hace 14 años impulsamos el Plantel Azteca, uno de los proyectos de Fundación Azteca que más me entusiasman, ya que permite a niños y jóvenes de escasos recursos realizar estudios con estándares globales de excelencia, para que todos y cada uno de los egresados puedan forjarse un futuro brillante.
A lo largo de estos años de excelencia se han recibido más de 60,000 solicitudes de inscripción, pero sólo 31,000 estudiantes han tenido la oportunidad de integrarse al Plantel. Esto nos habla de un gran rezago existente para satisfacer una de las necesidades básicas de México. El gobierno y la iniciativa privada se están esforzando, pero aún falta mucho por lograr.
El Plantel ofrece a estos chicos las herramientas necesarias para prepararse en un mundo laboral cada vez más competitivo y globalizado. Esto es justo lo que ha quedado de manifiesto durante estos 14 años de resultados sobresalientes, obtenidos por el Plantel en las pruebas ENLACE y CENEVAL.
Los alumnos tienen herramientas disponibles en pocas escuelas a nivel mundial, tales como el portal Aula 24 horas, talleres sabatinos de matemáticas, ciencias, inglés, entre otras materias, además de círculos de estudio, talleres de robótica, danza, estudiantina y talleres para los padres de familia.
Adicionalmente, los estudiantes han participado en diversas actividades extraescolares, entre ellas la formación de 2,155 brigadas de Limpiemos Nuestro México, los concursos de dibujo ¡Que Viva la Selva Lacandona! y la décima edición del Modelo Azteca de Naciones Unidas (AMUN), sólo por mencionar algunas de ellas.
También han obtenido los primeros lugares en diversos concursos de debate, baile, ajedrez, ferias de ciencias y certificaciones en habilidades de Microsoft Excel, Cisco Systems y dominio del inglés en el Trinity College of London, una de las instituciones educativas más prestigiosas del Reino Unido.
A pesar de las ventajas de estas actividades y herramientas, que les ayudan a reforzar lo aprendido en clase y a obtener una formación integral basada en la ciencia y las humanidades, los jóvenes deben entender que el éxito profesional no depende sólo de las buenas calificaciones: un título ya no es una garantía de triunfo en el ámbito profesional.
No pretendo restar importancia al empeño de los alumnos en clase pero debemos considerar que el estudio sin ser aplicado puede ser inútil. Lo que debemos preguntarnos es qué pueden hacer los jóvenes con el conocimiento que adquieren una vez que terminan sus estudios.
El 24 de junio, durante la ceremonia de cierre de cursos, comenté a los estudiantes del Plantel que no es el título el que los va a sacar adelante, es el conocimiento convertido en acciones valiosas para la sociedad.
Creo que es falso afirmar que no existen posibilidades para las generaciones que egresan. Más bien debemos considerar que hay muchas más oportunidades hoy que hace 20 ó 30 años, pero los muchachos deben estar mucho mejor preparados para poder capitalizar las oportunidades que existen en el mercado laboral.
Sin embargo, en la medida que los egresados se preparen, sepan buscar y aprovechar las oportunidades por sí mismos, y se encuentren en su elemento, serán exitosos en cualquier actividad que decidan emprender. De ahí la importancia que cada alumno egresado del Plantel Azteca, y de cualquier otra escuela, se esfuerce y busque su propio camino para sobresalir, siempre con una mentalidad de superación y aprendizaje continuo.
Mi mensaje a los alumnos del Plantel es que no vean el estudio como una escalera sin fin, ni tampoco que piensen en el siguiente escalón, sino que mediten en qué tan lejos quieren llegar: deben aprender a soñar en grande y a trabajar en las herramientas para materializar sus sueños.
En vez de pensar en el próximo paso, como terminar la secundaria o el bachillerato, es mejor enfocarse en sus objetivos de largo plazo, porque si desde ahora tienen el sueño en la mente, los siguientes pasos se darán solos.
La persistencia y empuje hacia las metas de cada uno serán el motor que les permita lograr la excelencia para alcanzar sus metas.
En Grupo Salinas creemos que estamos dando los pasos correctos para brindar oportunidades a quienes serán el futuro de México, un futuro que pertenece a aquellos dispuestos a “comerse al mundo a puños”, y que estén preparados para hacerlo.