Bicentenario (1): Historia y Patrimonio
Nos preparamos para conmemorar doscientos años del inicio del movimiento de independencia mexicano. En este contexto es importante reflexionar y preguntarnos cómo están las cosas en nuestro país.
Con esto en mente, compartiré durante los próximos meses en este espacio una serie de reflexiones que abarcan desde Historia y Patrimonio hasta los conceptos de Libertad y Responsabilidad, pasando por Democracia, Gobierno, Economía, Finanzas Públicas y Educación, entre otros temas.
Empecemos por la Historia considerando esta frase de Alfonso Reyes: “La Historia es un interrogar al pasado para saber qué pasa en el presente”. Sus palabras le siguen dando a esta disciplina un verdadero sentido.
Bajo esta definición, la Historia no es un simple juego de memoria con monumentos, fechas o ideas del pasado, sino una forma de comprender nuestra actualidad –lástima que nuestro caduco sistema educativo no lo vea de esta forma.
Cuántos casos hemos visto de pueblos enteros que, al dejar de entender sus raíces, son absorbidos por otros y desaparecen. Para evitar esto y comprender nuestra identidad, es obligatorio preservar y dar a conocer nuestro patrimonio histórico.
En este sentido, es muy triste ver cómo nuestras plazas, monumentos y edificios históricos se encuentran en un estado de creciente deterioro: cuarteados, sin pintar y llenos de basura – y ya que las autoridades no hacen mucho, los invito a participar en la campaña Limpiemos Nuestro México.
Pero no debemos quedarnos allí. De nada sirve estudiar y conservar la Historia, si dejamos que se convierta en un simple mito. Lo que aconteció importa para entender lo que ha ocurrido. Así, cuando conocemos los errores cometidos, podemos evitar caer en ellos una y otra vez, lo cual es más común de lo que pensamos.
La globalización nos obliga a evolucionar sin perder nuestra esencia. Lo que puede ser muy peligroso es evitar el cambio con el pretexto de conservar nuestra “cultura” y “tradiciones”, mientras invocamos a nuestros héroes patrios. El presente nos confronta con situaciones muy distintas. No se vale escudarnos en la Historia para eludir nuestra responsabilidad de pensar y encontrar soluciones a los problemas actuales.
Friedrich Nietzsche nos decía: “Solamente quien construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”. La Historia nos permite comprender el momento actual, pero es mucho más importante que nos permita construir el porvenir.
Los mexicanos somos responsables de nuestro destino. Lo construimos, a veces con aciertos y muchas otras con errores pero, en libertad. Aprendamos de nuestra Historia, sin escudarnos en ella, para construir un futuro de manera responsable: ésa es nuestra obligación con las próximas generaciones.