Cambiamos la banca
Hace 10 años emprendimos un proyecto muy ambicioso que hoy es realidad: bancarizar a la base de la pirámide en América Latina.
Nadie creía posible lograrlo: los “expertos” afirmaban que fracasaríamos porque “la gente de escasos recursos no ahorra y no paga sus créditos”, alguna agencia calificadora redujo la calificación a la deuda de Grupo Elektra, porque el banco “haría vulnerable al Grupo”. Ocurrió todo lo contrario.
Hoy podemos decir con orgullo que Banco Azteca es un banco exitoso y muy rentable. Creamos un modelo de banca novedoso basado en un amplio segmento de la población desatendido previamente y que demanda servicios financieros adecuados para atender sus necesidades de bienestar y progreso.
En escasos diez años, Banco Azteca se ubica entre las primeras diez instituciones en México en captación y cartera vigente. Es el tercer banco en términos de su ingreso financiero. Tenemos más de 16 millones de cuentas de crédito y más de 15 millones de cuentas de captación, números muy significativos en un país de 25 millones de familias.
Rompimos paradigmas en la industria a nivel mundial y expandimos nuestro modelo bancario a Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, Perú y Brasil. A pesar de las opiniones de los “expertos”, hoy nadie puede decir que hemos fracasado, de hecho más de una institución financiera busca copiar nuestro modelo.
El éxito no fue fácil. La experiencia acumulada a lo largo de varias décadas de trabajo en la base de la pirámide y el desarrollo continuo de tecnología propia son los fundamentos de nuestros logros.
Contamos con un equipo de más de mil ingenieros dedicados al desarrollo de nuestra tecnología, quienes cotidianamente actualizan los sistemas para garantizar a los usuarios calidad, rapidez y seguridad en sus operaciones. Nuestro modelo de cobranza ofrece cercanía, confianza y una relación personal con nuestros clientes.
Pero nada de esto es suficiente sin el espíritu de cambio que nos permite evolucionar a la par de la población a la que atendemos: sus expectativas se vuelven cada vez más exigentes y sofisticadas.
Estamos aquí para ayudar a nuestros clientes a cumplir sus sueños. Queremos seguir apoyándolos para que puedan ahorrar y tener acceso a bienes y servicios de calidad mundial, que puedan pedir prestado y hacer pagos, y todo esto sin comisiones, porque somos el único banco que no cobra comisiones.
Nosotros no especulamos con los recursos que nos confía la sociedad; al contrario, los prestamos responsablemente para impulsar el desarrollo de las personas. Nosotros no compramos ni vendemos activos tóxicos; captamos recursos y los canalizamos a proyectos productivos y socialmente rentables. Nosotros no pedimos rescates del gobierno; somos un banco rentable y responsable, que crea valor.
Nuestra meta es que nadie sea excluido de los beneficios de un sistema financiero moderno.
En 10 años hemos logrado muchas cosas: siete países, más de cinco mil sucursales y decenas de miles de profesionales bancarios trabajando todos los días para nuestros clientes. Hoy refrendamos nuestro compromiso de esforzarnos para cambiar la vida de millones de familias y transformar al continente a través de la inclusión financiera.
Agradezco a nuestros clientes, proveedores y amigos por su confianza. Podemos estar orgullosos de lo que juntos hemos logrado. A mis colaboradores les expreso un reconocimiento especial por su esfuerzo extraordinario: definitivamente cambiamos la banca y seguiremos innovando.
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